El fracaso escolar es uno de los temas que más preocupa a los padres.
Hay muchos niños que cuentan con un adecuado coeficiente intelectual y sin embargo no avanzan en el aprendizaje de la manera que cabría esperar. En este caso, como en los anteriores, existen múltiples causas: desde factores internos al niño, como la motivación para ir al colegio, a factores ambientales como el entorno sociocultural o el ambiente emocional de la familia. En cualquier caso hay que estudiar cada caso de manera particular, detectando los puntos fuertes y el por qué de los puntos débiles.
Muchas veces los problemas de aprendizaje pueden ir acompañados de trastornos con implicaciones conductuales como el TDAH, que agravan la situación.
En muchas ocasiones, los problemas de aprendizaje o de rendimiento escolar, son consecuencia de no haber desarrollado correctamente un orden corporal, el control de su movimiento, un conocimiento del espacio, una motricidad precisa, una correcta función visual o auditiva, o una correcta lateralización, imprescindibles para aprender disfrutando.
Lo más importante es realizar una valoración exhaustiva para establecer un plan intervención especializado.